Un clásico del Rastro de Madrid desde 1951, La Chispera, por fin tiene ya su rótulo tradicional, a juego con un interior que nos transporta a una taberna mágica.

Marta nos encargó esta pieza dándonos mucha libertad, lo que nos ha permitido jugar con la creatividad y meter muchos toques, como nácar, degradados y combinaciones de colores que normalmente no podemos utilizar tanto, como el morado con verde y rojo, que despiertan emociones solo de verlos.

No desaprovechamos la oportunidad, e incluimos también vidrio laminar grabado, degradado de oro amarillo de 22 kt a oro blanco de 16 kt, detalles en oro champán de 22,5 kt, degradado en pintura a rodillo que da continuidad al anterior, esta vez de morado a blanco y sombras con aerografía con toques a pincel.

Una combinación de técnicas y colores que dan lugar a un rótulo mágico, lleno de detalles, y con una personalidad única.

Desde luego, una parada obligatoria la próxima vez que visites El Rastro.